Cuando los putos vienen marchando

Hace rato vienen pasando en Film and Arts, el mejor canal de todos, un ciclo dedicado al backstage de las obras maestras y dentro de esas obras se incluye El Grito de Edward Munch, un cuadro que a simple vista no parece muy revolucionario ni vanguardista pero que tiene en su personaje principal el verdadero motivo de su importancia.
Al parecer cuando Munch pinto este cuadro no estaba pasando por un buen momento y esa figura fantasmal representaria su alma, convirtiendose asi en el primer autorretrato psiquico de la historia del arte; entonces, la obra no trascendio por la tecnica o el talento del autor sino por lo que transmitia, por el vinculo emocional que la gente formaba con ese extraño ser.
Desde que un año atras salio I Am A Bird Now, todo lo que se ha dicho y hablado de Anthony and the Johnsons fue sin duda justificable, asi que vamos a agregarnos tardiamente a esa lista rotulandolo como El Grito del rock.
Mas alla de lo atractivo que resulta que el travesti corista de Lou Reed sea capaz de lograr un disco asi valiendose de un pianito y su voz ( su voz ), las diez canciones de I Am A Bird Now superan toda biografia curiosa y encantadora para alzarse por si solas con el exito tan merecido.
Todos nombraron con razon a You are my sister o What can i do?, en donde la voz de Rufus Wainwrigth nos hace preguntar como se puede concentrar tanta emocion en tan poco tiempo, pero no dejemos afuera a Hope there´s someone, a la delicadeza de My lady story, a la cabaretera Fistful of love o la desgarradora Bird guhl, que cierra con la voz de Anthony logrando erizar hasta al pelito mas exiliado.
Cuando hace un año lei la critica en fuckyoutiger.blogspot.com, cerraban diciendo: "Dios bendiga su corazon de puto sentimental". Amen.
Siguiendo con la familia pero un escalon por debajo, Rufus Wainwright logra en Want (Two) un disco mas extraño y desparejo pero en la misma linea que Anthony, y justamente, son los momentos de piano y voz (parece un Thom Yorke lirico) en los que el raro de Rufus brilla con luz propia alcanzando niveles de romanticismo puro. El cuasi bolero Peach Trees, The Art Teacher (uno de los mejores temas que escuche, top 20 seguro), la mediterranea Hometown Waltz o la genial Memphis Skyline justifican al resto.
Este disco esta lleno de historias que reivindican la homosexualidad pero, al igual que Anthony, pareciera que su condicion no fuera digna de festejo sino mas bien todo lo contrario.
Asi desde la simpleza, Anthony y Rufus Wainwright en pocos años lograron conmover a todos, como lo hiciera Munch cien años atras.